1. El deporte se realiza por PLACER y por sentir la experiencia de nuevas sensaciones corporales. En efecto, estudios muestran que el PLACER es la primera motivación en los jóvenes por hacer deporte, esto está científicamente comprobado ya que el placer que se toma en el momento de una actividad física se traduce fisiológicamente por la secreción de endorfinas; la actividad física tiene pues una actividad calmante gracias a estas sustancias producidas por el cerebro.
2. Para sentirse bien y para estar saludable: practicar una actividad física, permite protegerse mejor contra ciertas enfermedades como la diabetes, la obesidad y los problemas cardiovasculares que pueden emanar de eso y hasta de los dolores de espalda. Hasta una media hora de marcha diaria basta para abastecer al cuerpo una actividad física mínima.
3. Para obtener relaciones sociales diferentes: las actividades físicas y deportivas son por lo regular motivo para entrar en contacto con personas de un ámbito diferente al nuestro. Tal vez, gente lejana a nuestra colonia o centro deportivo. Es bueno encontrarse con gente que tengan intereses comunes al nuestro para compartir e intercambiar. Es bueno también hacernos de amigos diferentes a los que tenemos en la escuela o trabajo.
Descubrimos a personas nacidas en medios diferentes, lo que despierta el espíritu a otras culturas, a otros valores, a otras referencias que las que vienen de parientes, incluso a otras filosofías. Hoy, el deporte forma parte integrante manifestaciones populares que toman un sitio cada vez más importantes y favorecen la manejabilidad y la división de valores comunes. Y no vivimos un acontecimiento deportivo de la misma manera si practicamos un deporte.
4. Para probarse a sí mismo: con l práctica del deporte obtenemos la experiencia del esfuerzo que en términos prácticos, nos puede ayudar en la vida escolar y profesional más tarde. Uno de los puntos más importantes es el de dar lo mejor de uno mismo sea cual sea el resultado: es un desafío que debemos lograr.
5. Para confrontarse con otro: practicar un deporte, sobre todo en competición, aprendemos también a administrar la rivalidad con otros. Aprendemos allí a encontrar un sitio en un grupo, en un deporte colectivo por ejemplo, o a no ser demolidos cuando perdemos. El deporte es pues también una experiencia que ayuda a abordar conflictos en otros dominios.
6. Para regular nuestras emociones: las actividades físicas permiten que nos liberemos cuando se necesita, pero lo hacemos entonces en un cierto marco, donde hay unas reglas que hay que respetar, lo que obliga a controlar nuestras emociones; el deporte puede también ser la ocasión de aprender a administrar nuestra agresividad exprimiéndole bajo una forma canalizada como en los deportes de combate, por ejemplo.
Son las 10 am y ya estoy de vuelta … ¿ustedes?